lunes, 4 de julio de 2011

Villamodorra

caño

Dicen en cierta ribera

que no hay pueblo más bizarro,

ni con tanta modorrera,

en donde carguen el carro,

a la pimplante manera,

como vacían el jarro

los mozos de Villahibiera.

 

Sentencia que no les pesa,

que digan que están modorros,

por las tabernas y corros

de la tierra leonesa.

Halago hacen de la ofensa,

prefieren no poner morros.

 

Quizás estén en razón

las gentes de la comarca

si piensan, que a la sazón,

beber del caño les marca.

Que más de un mozo tornó

modorro hasta las trancas

cuando del caño bebió.

 

Por eso pueblos vecinos

y gentes de La Provincia

prefieren catar los vinos

que caer en la impericia

de beber agua sin tino,

que en tal pueblo es inmundicia.

 

Más cuentan que en un verano,

tras pegarse un pedaleo,

llegó al pueblo un buen paisano,

que entre sudoroso y feo,

se arrimó al caño cercano

para cumplir el deseo

de beber agua en la mano.

 

Cuando a la boca acercó

el buen líquido elemento,

por un instante dudó,

pues recordó aquel momento

en que alguno le contó

que de modorros hay cientos

por beber de ese pilón.

 

De tanto verle dudar,

desde sus altos balcones,

una vecina a ayudar

le salió y le dio razones.

Bebe del caño, galán,

que más que estás, no te pones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario