viernes, 21 de junio de 2013

Verano

descargaHace años que la llegada del verano me pilla desprevenido, será que no le presto atención porque ya no me coincide con el final de curso.

Recuerdo la sensación de estrenar libertad nueva y limpia que proporcionaba el guardar los libros para toda la eternidad que suponía la llegada de otro curso.

Cualquier mañana con sol parece el estreno de un domingo, pero las del veranoimages (1) saben a otra cosa. Saben a dulzor perezoso entre sábanas, a aire fresco a la sombra de una enredadera, a una condena a la galbana del medio día.

Los veranos de mis primeros años sabían a río de hierba y a hierba de río y la banda sonora eran los silbidos de los vencejos, el ladrido de los perros y las tamballadas de las llantas de los carros, tirados por vacas perezosas entre los cantos de la calle.

images (4)Ojos llenos de eras, caras con polvo de mies, trillas como carruseles eternos, animales atados a su condena, moscas zumbando, sombra bajo el carro, olor a grasa de los ejes.

Ahora el verano ya no tiene esa magia. Ya se siente el relente en las verbenas de los pueblos, el frío del agua del río, que hace imposible el baño, la obligación de ir pronto a dormir para trabajar mañana.

imagesCon el paso de los años algunas cosas han mejorado. El calor de agosto ya no es obligatorio, los carros se han podrido en las eras o adornan los jardines, las piscinas sustituyen al río y el aire acondicionado a las moscas. Pero no sé qué daría yo, por volver a acechar desde una higuera como duerme la siesta una muchacha. 

jueves, 13 de junio de 2013

¿Sabéis lo que pesa el barro?

1012644_10151645617059525_1428521587_n¿Sabéis lo que pesa el barro?.

Es esa mezcla simple del polvo con el agua, que espera quien le de forma y vida. ¿Pero sabéis cuanto pesa?

Hay niños que lo mueven, olvidando los juegos, manchando sus manos con marcas infames  de la vida, a cambio de un suspiro para mañana.images (1)

¿Alguna vez habéis cargado con el barro? ¿habéis sentido su gravedad húmeda apoderarse de vuestros brazos? Hay viejos que lo sufren sin poder sentarse a la lumbre, poblando el barro reseco, que vuelve a inundarlos de polvo y sed, en sus últimos días.

images¿Habéis trabajado el barro?. El barro reseca las manos y mancha las caras y se agarra pegajoso a los riñones de quien le pide vida, sólo vida. A algunos hombres se les carga con el barro y no se les paga al peso.

¿Sabéis como resbala el barro? ¿habéis probado a huir en un barrizal?. Quieres escapar, pero el suelo te atrapa por los pies y te quiere absorber y te hace revolcarte por el suelo pringoso. Los desesperados no pueden escapar porque alguien les ha tendido una trampa en el barrizal.

miércoles, 5 de junio de 2013

El sermón

descargaEl predicador, rodeado de sus discípulos, se dirigía a la multitud que le escuchaba embelesada.

Bienaventurados los poseedores de un piso hipotecado, porque ellos tendrán un pedazo de la tierra (y van que chutan)

Bienaventurados los que cambian de coche cada tres años, porque de ellos serán los peajes y los impuestos sobre carburantes.

Bienaventurados los poseedores de una tele de plasma, porque en su mente sembraremos la modorrera.

Bienaventurados los que se endeudan para pagarse las vacaciones, porque ayudan a los beneficios de los bancos.

Bienaventuradas las que no se conforman con sus tetas, porque ellas serán operadas, con una financiación estupenda.

Bienaventurados los aficionados a la ropa hortera, porque ellos marcarán tendencia.

Bienaventurados los aficionados al fútbol, porque Hacienda perdonará a su equipo las deudas.

Bienaventurados los que pasan de la política, porque así se les dará todo hecho.

Bienaventurados los que dejan la escuela por los andamios, porque al fin sacarán dinero para todo lo de más arriba.

Uno de sus discípulos (un sobrino político) se acercó al maestro y le dijo al oído: Maestro, toda esta gente lleva mucho tiempo siguiendo tus enseñanzas y a pesar de todo, tienen bienestar, pero empiezan a estar hambrientos.

Y el Maestro dijo: Sacad mi bocadillo de chorizo del morral y repartidlo a un euro el bocata.

-Maestro, son muchos. Y el maestro dijo que así recaudarían más.images

Los discípulos (todos sobrinos políticos) empezaron a repartir unos y a cobrar otros, hasta que se empezó a oír entre la multitud un rumor, que luego se tornó voz y al fin grito rabioso.

El Maestro, poco acostumbrado a escuchar al pueblo, preguntó a uno de sus sobrinos políticos ¿qué gritan?. El sobrino político contestó: Maestro, dicen que no hay pan para tanto chorizo.  

sábado, 1 de junio de 2013

Agonía del mar verde

images (1)images (4)Verde, era verde la tierra que movía el viento, en un rincón de los recuerdos.

Hasta que el carrusel del tiempo regresó a la primavera y las evocaciones se hicieron mar.

Ya no basta con imaginar las olas, azotando con furia los cadáveres mecánicos, rodeados de herrumbre, ahora hay que acomodar descargalas pupilas a la luz cegadora, de un océano en continuo movimiento ondeante.

Una inmensidad, los ojos alargando la mirada y las espigas huyendo hacia el horizonte ¿buscando qué? ¿acaso el lugar al que escaparon los náufragos expulsados de esta tierra? ¿acaso esperando un barco en el que huir?.images (6)

Aun queda quien siembre mares, pero la sentencia está pronunciada. El tiempo se precipita en una cuenta atrás condenatoria y sólo quedarán los viejos, esperando la sequía de los surcos, el abandono de las riberas y la marcha de la última patera sobre la última ola.

imagesPronto las palomas que surquen los cielos volverán al palomar, en una playa pedregosa, inmensa y reseca, sin una espiga en el pico y en el suelo sólo pescarán gusanos.

Parece que esté lejano el cumplimiento de la sentencia, viendo este mar conmari-mar_de_espigas tanta vida, sintiendo en nuestras venas correr la savia del centeno, la alegría de los trigos, la saciedad de la cebada. Pero el fin nos cogerá confiados, siempre lo fuimos, nunca nos preocupó demasiado este desangrarse dulce y no nos espanta ese rastro de sangre, que pintan en el mar las amapolas.