Una casa es más que una verruga de adobe sobre la tierra.
Y más una casa en la que se ha amasado el barro con sudor y se han labrado las vigas robando la vida a los chopos de la ribera, donde se han cocido las tejas con la fuerza del fuego de los robles y las encinas.
Una casa, cuando es la cuna de varias generaciones, es la patria siempre recordada de la niñez, el nido de las enseñanzas de los viejos, el recuerdo de los habitantes que en ella murieron, el almacén de trastos que acompañaron el vivir de sus gentes.
La casa de una familia, es un refugio al lado de la lumbre, un lugar al que volver.
MI CASA
Sé de todos sus secretos
y del alma que la habita.
Espíritu que dormita
guardián de sus muros prietos.
Los tapiales bien sujetos
al suelo que la bendice,
razones dan a quien dice
que enterré yo el corazón,
alizares de pasión,
en las piedras que la rigen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario