No, la primavera no colma nuestras esperanzas.
Cada día uno se levanta mirando por la ventana, buscando alguna señal de que las cosas cambian, tratando de ver un pedazo de cielo al fin limpio, claro, sin amenazas.
Ya no hay hombres del tiempo como los de antes, ahora la información meteorológica es un espectáculo más. Engancha, nos tiene pegados a la caja tonta. El-la protagonista de la pantalla se mueve, casi con movimientos de danza, de los soles a los rayos, a gran velocidad por el mapa, con la prepotencia de los que ,al fin, se han vuelto infalibles. No es que no nos fiemos de ellos, pero consultamos la misma predicción en la aplicación del móvil y la realidad se muestra tozuda, vuelven a ponernos un sol tras una nube y unas gotas de lluvia, para confundir. ¿Lloverá? puede que si, puede que no, lo más seguro es que quien sabe.
Después de un telediario lleno de tormentas, de declaraciones huecas, de políticos que esconden la tragedia tras el eufemismo, de jueces al acecho, de mitos caídos, sólo esperamos que , al menos el tiempo sea benévolo, que luzca el sol, que podamos sacar a nuestra piel de paseo, que sea grato pararse en las aceras.
Pero no. el tiempo parece seguir revuelto. Quizá hemos olvidado, que en realidad, así es la primavera.
Es verdad, estamos deseando tener sol, y con el, la esperanza y la luz de una nueva primavera que alivie las noticias de nuestros telediarios.
ResponderEliminarUn saludo
Pero es que nos están recortando hasta la primavera...
ResponderEliminarEl lado optimista es que nos alargan el invierno. ¡Qué ilu!
EliminarSaludines.