El nombre del edificio, siempre me pareció curioso: “Casa Botines”
De pequeño pensaba en los “botines” como en un calzado cerrado, con un mínimo tacón y alto. Muy de la gente elegante.
¿Fabricarían ahí los botines? ¿sería esa casa la propiedad de alguien con ese mote?
Más tarde, lo que es la instrucción, supe que la palabra botines también nombra a los frutos de un robo o al despojo de los vencidos tras una batalla ganada.
Luego, al pasar de los años y al principio de un paseo por La Calle Ancha, me enteré de que, una caja de ahorros es la propietaria de aquella Casa Botines.
La lógica me hizo atar cabos dentro de mi cabeza y se me encendió la luz ¡Anda, así que ahí los guardan!
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